¡CUIDA TU SUEÑO! EL SHIATSU TE AYUDA.
21-01-2023
No sé vosotros, pero esta semana se me hizo cuesta arriba. Tuvimos borrasca: todo se caía con ruidos y silbidos. Imposible conseguir el sueño, la casa parecía un barco a la deriva. Esto sumado a la acumulación de tareas, ya no tan festivas, que enero trae, hizo que estuve a punto de dejarme invadir por el azul del “blue Monday” que también acechaba.
Asi que hoy os quería hablar de la importancia del sueño para una buena salud, física y mental, y un buen rendimiento cognitivo.
¿Otra obviedad? ¿Tanto para tan poco? Pues NO: Estamos ante la piedra angular de nuestra salud y nuestra energía: dormir. Y el shiatsu ayuda mucho.
Son numerosos los estudios que demuestran que existe una relación bidireccional entre trastornos mentales y trastornos del sueño. Basta con citar el informe de UNICEF sobre la salud mental de los niños: “Un estudio practicado entre adolescentes de 14 a 18 años de los Estados Unidos reveló que, por cada hora de sueño perdida, las probabilidades de sentirse triste y sin esperanza aumentaban un 38%”
También quisiera contribuir a combatir la creencia según la cual a ciertas personas no les hace falta dormir apenas. Estoy cansada de oír frases como “A mí me basta con 5 horas de sueño”. Existen mitos sobre la capacidad de los líderes como Margareth Thatcher, Donald Trump o Napoleón Bonaparte de aguantar la falta de sueño. Lo que no se mediatiza con tanta gloria son los trastornos mentales que han podido sufrir. Si no estáis convencidos, os invito a investigar.
Aumentar la cantidad y calidad del sueño parece a veces un ejercicio imposible. Cuanto más se obsesiona uno por ello, menos lo suele lograr, con el consiguiente aumento de la frustración y la infelicidad…
En el shiatsu coinciden varios factores que en conjunto mejoran la calidad y cantidad de sueño, y son simples de aceptar:
El contacto al cuerpo, que actúa como “toma de tierra” y aleja angustias y agitación mental
La música de fondo suave y abstracta.
El carácter rítmico y lento de las presiones ejercitadas canaliza las tensiones, y acuna tal una mecedora.
Existen zonas y puntos, que, estimuladas manualmente por el terapeuta, actúan sobre la calidad y cantidad de nuestro sueño, principalmente en cabeza, muñecas y tobillos. Para más precisión, os recomiendo estos Apuntes de Acupuntura.
Finalmente, el mero hecho de concentrarse sobre las sensaciones de su cuerpo despeja la mente y permite entrar en un modo meditativo. Es el modo en el cual nuestro cerebro emite las famosas ondas theta, que caracterizan un estado regenerativo del sistema nervioso, y son las que prevalecen durante la fase R.E.M. (Rapid Eyes Movements) del sueño.
Para terminar y por si fuera poco, quisiera añadir esta frase de mi suegra: El sueño es el mejor tratamiento de salud y belleza, y el más barato. A buen entendedor…
SHIATSU Y SALUD MENTAL - INTRODUCCIÓN
14-12-2022
Este es la primera de una serie de crónicas que llevo mucho tiempo meditando. Ha llegado el momento. Gracias por leerme.
Vivimos en una sociedad donde ser feliz es una obligación. La familia, los amigos pero también los coaches, las redes sociales y los medias nos lo dicen: Hay que pensar en positivo, perseguir la felicidad, aparentar la salud, la belleza, el liderazgo pero más que todo el optimismo. Así se lo dice a los niños también: no llores, seas fuerte, tú puedes, campeón(a), etc..
De allí que uno sólo quiere enseñar sus momentos de alegría, su mejor sonrisa, tal un producto sin defectos en la estantería de la felicidad perfecta. Hasta que el postureo se derrumbe como la mueca de un payaso triste. Cuanto más triste que siente sensación de fracaso. Culpable por estar triste…estar triste por no lograr sonreír…
Escóndase el que atraviesa una etapa en negro y blanco, donde no logra lucir una inquebrantable alegría. Y todos de gritarle: Váyase a consultar un especialista en felicidad, o un psicólogo, un reparador de almas. ¡o búsquese una nueva pareja! Porque solemos pensar en modo diagnóstico/reparación/competición.
¿Y qué tiene que ver el shiatsu en esto? me vais a decir. ¿Será otro secreto de felicidad para repararnos?
Esta es la pregunta que hizo que tardé mucho en formar mi opinión.
Y decidí que no, que el Shiatsu ni es remedio, ni es reparación. Pero si ayuda en pasar de un estado anímico A hacía un estado B sin forzar la máquina, sin esfuerzo mental y por lo tanto sin riesgo de frustración.
¿Y POR QUÉ?
Ya os estoy oyendo, todos pensamos así, en un mundo donde siempre tiene que haber relaciones causales queremos un razonamiento lógico.
Hay varios motivos, en cada crónica detallaré uno. Hoy os entrego la razón más obvia, simple hasta la estupidez:
El shiatsu implica un contacto de humano a humano, de la mano del terapeuta hacía el cuerpo del cliente.
Se trata de presiones ejercitadas con los dedos o la palma de la mano, siguiendo el modelo energético de los meridianos de acupuntura. Son presiones rítmicas, suaves pero profundas siempre por debajo del umbral del dolor.
El shiatsu siempre es respetuoso. Como shiatsupractor, siempre estoy atenta al dolor del cliente, o a posibles malestares que puedan aflorar en la terapia y constituyen avisos muy útiles. No trabajo directamente con el dolor. Nunca.
La primera condición de la efectividad del shiatsu como terapia manual es que el que recibe shiatsu se encuentre relajado. Por ello no se puede trabajar con dolor.
El respecto también pasa por el pudor corporal y mental. El shiatsu siempre se practica encima de la ropa, y no le preguntamos apenas a la persona tratado acerca del origen de sus males.
Intentos de explicaciones causales no me suelen ayudar en la terapia manual a mejorar el bienestar ni a prevenir los desequilibrios. Al contrario, especialmente en el ámbito de los trastornos mentales, he podido observar que el razonamiento causal conlleva el riesgo de legitimar el trastorno, el estigma, y la ineluctabilidad de un mal que, como todos, puede remitir o revertir.
Pero ya se esta haciendo tarde. En la próxima crónica os contaré más acerca de como el shiatsu contribuye a equilibrar la química de nuestro cuerpo, y con ello el equilibrio de nuestra mente. ¡Cuidaos mucho!